CURSO DE PESCA CON MOSCA

La Pesca con Mosca en su versión moderna proviene de las técnicas desarrolladas en la Gran Bretaña con un objetivo netamente recreacional, dejando de lado la histórica necesidad del hombre de pescar por alimento. Ha sido durante los últimos siglos que estas técnicas han evolucionado hasta lo que hoy conocemos como un deporte o disciplina de esparcimiento al aire libre, por llamarla de alguna manera.

Teniendo sus comienzos alrededor del año 1500 y salvo los materiales que la tecnología a aportado con los años, la pesca con mosca en esencia es la misma. En sus inicios las cañas fueron de madera, luego de split bamboo, más tarde de fibra de vidrio y actualmente de grafito. Lo mismo ocurrió con las líneas, que inicialmente eran de seda y su leader confeccionado con el pelo de la cola del caballo, cambiándose en la actualidad por líneas con recubrimiento plástico y leader de monofilamento de poliamida.

Pero los orígenes de la técnica del uso de un anzuelo disfrazado de insecto para atrapar peces provienen de Oriente, donde ciertas culturas lograron desarrollar maneras de engañar a los peces para capturarlos. Se asume que los orígenes de esta práctica se remontan al siglo II A.C. en Macedonia.

Por ser una pesca desarrollada por los ingleses encontraremos mucha terminología en idioma inglés, foward cast (lanzamiento hacia delante), back cast (lanzamiento hacia atrás), roll cast, tailing loop, serpent, reach cast, etc. Como así también la unidad métrica usada (pies, pulgadas) o la unidad de peso en grains (1 grain = 0, 064 g.).

La pesca con mosca o fly fishing es una modalidad de pesca totalmente distinta de las demás artes de pesca. La principal diferencia reside en que mientras en las otras formas de pesca nosotros arrojamos nuestro cebo por el peso de una plomada, de las boyas o hasta por el peso de la misma carnada o como en el caso de los señuelos artificiales que lo logramos por el propio peso que tienen; en la pesca con mosca lanzamos nuestro artificio por el peso de la línea.

Justamente esta diferencia también hace que para el lanzamiento o casteo se utilice una mecánica diferente.

El principio fundamental por el cual nuestra línea vuela o se dispara es por el efecto que se logra imprimiéndole a la caña una aceleración y una parada brusca. Con la aceleración de la caña lo que logramos en ella es curvarla o cargarla por el peso de la línea, con la parada brusca la caña se descarga para volver a su posición original (recta), logrando así una transmisión de energía desde la punta de la caña hacia la línea, proyectando la misma en la dirección en que fue dirigida la punta de la caña.

La caña, la línea y los artificiales utilizados en esta pesca tienen características muy particulares por lo cual es necesario el manejo de una técnica adecuada para lograr lo que todo pescador busca, presentar nuestro engaño con precisión para tentar al pez. Lograr una correcta técnica de lanzamiento y un buen manejo de la línea es fundamental en esta pesca ya que sin ella se nos presentarán situaciones complicadas de manejar, como ser el viento, la distancia o la necesidad de un tiro preciso con una buena presentación.

En la pesca con mosca si no se lanza bien difícilmente se pesque bien a menos que nos acompañe la suerte. Precisión, presentación y en muchos casos distancia son factores fundamentales en la pesca.

Cabe destacar que el lanzamiento y el manejo de la línea es solo una parte de esta pesca; la correcta elección de la mosca y saber como y en que momento utilizarla, la lectura del agua y el conocimiento de los hábitos y alimentación del pez buscado conforman el resto de los fundamentos necesarios para el éxito del pescador.

Por sus características, quizás esta pesca sea una de las más atractivas visualmente debido a lo particular de su lanzamiento, llamándole la atención hasta aquellas personas que no gustan de esta disciplina.

Un aspecto importante a tener en cuenta de esta modalidad es que si bien es conocida fundamentalmente por la pesca de truchas y salmones, el espectro de especies a pescar en nuestro país es amplísimo, como ser dorado, tararira, surubí, pirá pitá, chafalote, carpa, pejerrey, lisa y en el mar (pesca aún muy poco desarrollada en nuestro país) palometas, anchoa de banco, lenguado y hasta tiburón.

Un capítulo aparte merece el atado de moscas, siendo el mismo tan apasionante como la pesca misma, con lo cual se cierra el círculo de la pesca con mosca. No hay sensación equiparable dentro de la pesca como la de capturar un pez con una mosca que nosotros mismos hemos atado.